Carmen Sánchez, voluntaria de Colores en España, ha participado este verano en el programa de voluntariado en Calcuta y nos cuenta su experiencia en nuestros proyectos.

 

Mi experiencia con los bebés en la unidad para niños con desnutrición me ha permitido tener día a día una relación estrecha con unos bebés con carencias alimentarias diagnosticadas y en muchos casos con otro tipo de carencias, porque nunca van aisladas. La relación que he establecido tanto con los niños como con las personas que están al cargo de ellos, me ha permitido convivir con una realidad insospechada en nuestra sociedad, entender su cultura, su nivel de desarrollo y respetarlo profundamente.

En solo tres semanas he podido ver como niños con desnutrición severa que apenas sonríen, a veces con la mirada perdida, sin ganas de jugar; van paulatinamente adquiriendo más energía y acaban sonriendo y jugando. Estos niños que viven en un entorno de pobreza extrema, son atendidos y cuidados para que puedan pasar sus primeros años de vida y salir adelante.

Las niñas de Anand Bhavan son unas mujercitas encantadoras, bien educadas, alegres, niñas que se relacionan perfectamente con nosotros que venimos de otra cultura y tenemos otra forma de ser tan distintas a ellas. He disfrutado mucho viéndolas jugar, jugando con ellas, viviendo esas horas a su lado y sintiendo que son fundamentalmente niñas felices y bien educadas. Sabiendo que vienen de familias con condiciones de vida muy precarias, aún se aprecia más la calidad de la educación que reciben estas niñas en la casa de acogida.

Tengo que agradecer muchísimo a Colores de Calcuta haber podido vivir esta experiencia que deja un sello importante en mi vida y me ayuda a enriquecerme.